¿Cuándo se considera violencia doméstica?

Desgraciadamente casi a diario, aparecen en los medios de comunicación casos de personas que han sido víctimas de casos de violencia doméstica.

Hoy intentamos profundizar en esta materia y empezamos por definirla:

Se habla de violencia doméstica cuando en el seno de un hogar uno de los miembros de ese grupo familiar tiene un comportamiento de abuso hacia alguno o todos los demás miembros de la familia.

Esta situación puede darse entre los miembros de una pareja, bien sea del hombre hacia la mujer o de la mujer hacia el hombre, hacia los hijos, personas mayores o cualquier otro integrante del grupo familiar. Este fenómeno no discrimina por edad, sexo, condición económica, ni ningún otro factor. Puede afectar a cualquier persona. Se trata de un delito regulado en el Código Penal español, artículo 173.2.

Cuando se dan estas situaciones, la persona que la sufre suele sentir mucho miedo e inseguridad.

La persona que la ejerce suele tener algún elemento que le permite imponer control y amedrentar a la otra persona, valiéndose de recursos psicológicos, de fuerza física, de control financiero, entre otras formas.

Podemos clasificar diferentes tipos:

  1. Física
    Es el tipo de abuso quizás más fácil de reconocer, ya que muestra claramente una conducta violenta, que puede caracterizarse por golpes, empujones, arañazos, de la persona que abusa hacia la víctima. Pueden darse situaciones de amenazas o agresiones con armas u objetos pesados y peligrosos. Esta es una situación que implica un gran riesgo para la persona que la sufre, ya que está en juego su integridad física y a veces incluso su vida.
  2. Psicológica
    Este tipo de violencia doméstica puede a veces ser más sutil que el abuso físico, pero puede llegar también a extremos altamente peligrosos. La autoestima y la integridad psicológica de la víctima pueden resquebrajarse hasta el punto de que ella misma ejecute acciones que la coloquen en situaciones límite. Se da a través de acciones tales como la humillación, la burla, la crítica constante, la intimidación, gritos. Aislando a la persona, no dando ningún valor a lo que la otra persona piensa, dice o hace. El engaño, los celos patológicos y el control sobre todo lo que la otra persona hace son también manifestaciones de violencia psicológica.
  3. Económica
    La persona que ejerce el abuso se vale de dejar a la víctima sin acceso a recursos económicos, para que de esa forma tenga que depender completamente de ella, y eso le permita mantener la relación de abuso. Ocurre cuando el abusador no permite que la otra persona trabaje y reciba un salario, o interfiere en su entorno de trabajo dificultando su desempeño, o no le permite estudiar ni capacitarse, ni tener acceso a las cuentas bancarias. También se dan casos de abuso económico en el que se le esconden los bienes de la familia a la víctima, se crean deudas en su nombre o no se les provee de la pensión alimenticia a los miembros de la familia.
  4. Acoso
    El acoso tiene lugar cuando la persona que abusa no tiene límites para estar permanentemente tratando de controlar a la otra persona, la persigue, la vigila, no se retira cuando se le pide que lo haga, le revisa y controla llamadas telefónicas, mensajes, etc.
  5. Sexual
    Se da cuando la situación de violencia llega al ámbito de la intimidad y se observan conductas de violación, de obligar a la víctima a tener sexo, o a usar pornografía sin el consentimiento de la otra persona. Otras manifestaciones son obligar a la otra persona a tener sexo en momentos en que se encuentra vulnerable física o psicológicamente, por enfermedad, por haber dado a luz recientemente, por estar de duelo, por ejemplo.

¿Qué debe hacer una persona víctima de violencia doméstica?

No debe tolerarse. Implica serios riesgos físicos y psicológicos para la persona que la sufre. Generalmente es un patrón de conducta que se da repetidamente. Por lo tanto, ante las primeras señales que puedan evidenciar un comportamiento violento en el hogar, hay que poner atención y actuar.

La persona víctima no debe aislarse. Debe mantener canales abiertos de comunicación con familiares y amigos, que se encuentren cerca, y que puedan apoyarla en caso de emergencia. Tiene que hablar abiertamente sobre el tema con personas de su confianza para que sepan que se encuentra en esa situación.

No debe además esperar que una situación escale demasiado en violencia para comunicarse y pedir ayuda. En caso de que se dé un momento de violencia extrema no debe dudar, debe superar el miedo y pedir ayuda y tratar de huir si es posible.

En algunos lugares y comunidades existen teléfonos de emergencia de entidades competentes (policía, fiscalía, otros), como el 016. En Canarias además, para estas situaciones existen los centros de atención específica que enlazamos. Además es importante hacer la denuncia del caso ante esos organismos, para que estos tomen las medidas pertinentes en cada circunstancia que eviten situaciones futuras.

La persona víctima de abuso debe recibir atención médica en caso de violencia física y también atención psicológica. Esto permite evaluar las lesiones que la persona haya recibido y tratarlas adecuadamente para que la persona se recupere.

¿Qué pueden hacer los demás para ayudar?

La violencia doméstica es una situación delicada, ya que se origina en el seno del hogar y a veces es difícil de detectar por parte de terceros que pudieran ayudar y la víctima, por temor, oculta la situación.

Generalmente son situaciones que se dan de manera repetida, estableciéndose ese patrón de conducta violento, y con pocas probabilidades de mejora. Los amigos y familiares si observan algunas señales de abuso psicológico o físico en la manera en que se relaciona una pareja deben hablar con la persona agredida y constituirse en apoyo para ellas.

Deben escucharla, hacerle ver que se encuentra inmersa en una situación de violencia doméstica y hablarle de las acciones que debe tomar al respecto. A veces esta comunicación puede ser rechazada por la persona víctima del abuso, pero debe hacerse sin juzgar a nadie. La persona abusada necesita apoyo y por lo general, les resulta muy complejo afrontar y asumir lo que les está ocurriendo.

Si necesita asesoramiento legal en esta materia no dude en contactarnos.

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