El acoso laboral, también conocido como mobbing, es una realidad cada vez más reconocida en el entorno profesional. Afecta no solo a la salud psicológica y física de quien lo sufre, sino también al clima laboral, la productividad y la responsabilidad legal de las empresas. En España, aunque no existe una ley específica que regule el acoso laboral como delito autónomo, sí está amparado y perseguido por diversas normativas del ordenamiento jurídico laboral y penal.
En este artículo explicamos de forma clara y profesional qué se considera acoso laboral, cómo identificarlo, qué pasos debe seguir una persona afectada y qué vías legales existen para su denuncia y reparación.
¿Qué se considera acoso laboral?
El acoso laboral es una forma de violencia psicológica persistente ejercida sobre un trabajador o trabajadora, con el fin de aislarlo, menospreciarlo, degradarlo profesionalmente o forzar su marcha del puesto de trabajo. Puede manifestarse de múltiples formas y no siempre implica un comportamiento explícitamente agresivo.
Características principales del acoso laboral:
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Conducta repetida y sistemática: no se trata de un hecho aislado, sino de una serie de acciones sostenidas en el tiempo.
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Intencionalidad de perjudicar: aunque no siempre se exprese abiertamente, el objetivo suele ser desestabilizar o eliminar a la persona del entorno laboral.
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Relación jerárquica o entre iguales: puede venir de superiores (acoso vertical descendente), compañeros (horizontal), o incluso de subordinados (ascendente).
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Efectos sobre la víctima: daño psicológico, ansiedad, estrés, pérdida de autoestima, e incluso problemas físicos derivados de la presión continuada.
Ejemplos comunes de acoso laboral
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Ridiculizar o menospreciar en público o privado a un trabajador.
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Asignar tareas humillantes o innecesarias sin justificación.
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Impedir el acceso a información relevante o reuniones clave.
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Difundir rumores maliciosos o falsedades sobre la persona.
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Aislamiento deliberado del equipo de trabajo.
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Amenazas sutiles o abiertas sobre la continuidad en el puesto.
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Carga de trabajo excesiva o, al contrario, vaciado de funciones.
Normativa aplicable en España
Aunque el acoso laboral no está tipificado como delito autónomo en el Código Penal, puede encajar dentro de varias figuras jurídicas:
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Artículo 173.1 del Código Penal: regula los delitos contra la integridad moral y permite perseguir penalmente conductas de acoso reiteradas.
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Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL): obliga al empleador a garantizar un entorno laboral seguro, también en lo que respecta a la salud mental.
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Estatuto de los Trabajadores: recoge el derecho a la dignidad en el trabajo y establece causas de extinción de contrato con indemnización por vulneración grave.
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Ley 62/2003: protege frente a la discriminación y acoso por razón de género, raza u otras condiciones.
Cómo denunciar el acoso laboral
La denuncia del acoso laboral puede abordarse por diferentes vías, dependiendo de la gravedad del caso, la estrategia legal más conveniente y las pruebas disponibles. A continuación, describimos los pasos recomendados:
1. Documentar los hechos
Es fundamental recopilar pruebas de forma ordenada:
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Correos electrónicos, mensajes, informes o documentos relacionados.
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Grabaciones de audio (si son legales en el contexto y la persona graba como parte de la conversación).
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Testimonios de compañeros/as.
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Partes médicos o informes psicológicos en caso de afecciones derivadas del acoso.
2. Comunicar a la empresa
La primera vía suele ser interna. El afectado puede comunicar la situación a Recursos Humanos, al comité de empresa o al superior jerárquico (si no es el acosador). Es importante hacerlo por escrito para dejar constancia formal.
3. Interponer denuncia ante la Inspección de Trabajo
La Inspección de Trabajo puede actuar de oficio o tras recibir una denuncia del trabajador. Si se acredita el acoso, la empresa puede ser sancionada por incumplimiento de sus obligaciones preventivas.
4. Iniciar procedimientos judiciales
El trabajador puede:
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Demandar ante la jurisdicción social por vulneración de derechos fundamentales, solicitando la extinción del contrato con indemnización, o la readmisión y cese del acoso.
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Presentar denuncia penal si los hechos constituyen delito contra la integridad moral o contra la salud.
Consecuencias legales para la empresa y el acosador
Las consecuencias legales del acoso laboral pueden incluir:
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Indemnización por daños y perjuicios a la víctima.
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Sanción económica a la empresa por falta de medidas preventivas.
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Nulidad del despido si se acredita que el trabajador fue despedido como represalia.
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Responsabilidad penal del acosador si el caso encaja en tipos penales específicos.
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Responsabilidad por vulneración de derechos fundamentales, especialmente en casos con componente discriminatorio.
Conclusión
El acoso laboral es una forma de violencia que debe ser combatida desde una perspectiva legal, preventiva y social. Si bien no siempre es fácil de demostrar, existen mecanismos jurídicos sólidos para proteger a quienes lo sufren. Documentar adecuadamente los hechos, buscar asesoramiento jurídico y actuar con rapidez es fundamental para frenar este tipo de conductas.
En el Despacho Jurídico Ana Rebeca Rodríguez, con sedes en San Cristóbal de La Laguna e Icod de Los Vinos, en Tenerife, contamos con amplia experiencia en derecho laboral y defensa frente a situaciones de acoso.
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