¿Qué es el Fideicomiso?

El fideicomiso es una institución sucesoria que permite al testador encargar a una persona la administración o conservación de determinados bienes para entregarlos a otro en un momento dado.

De ahí que también se conozca como sustitución fideicomisaria, ya que permite al testador designar a un heredero directo y otro indirecto, que se sucederán en la posesión de su herencia.

Mediante un fideicomiso el testador entrega a una persona la herencia para que la conserve y la transmita a una tercera persona tras el fallecimiento.

En resumidas cuentas, el fideicomiso es una figura de control de la herencia. El heredero directo (fiduciario) obtendrá el patrimonio en nombre del indirecto (fideicomisario) a la muerte del testador. Custodiará, y puede que administre, este patrimonio que entregará al segundo heredero cuando llegue el momento.

Por eso se suele emplear para proteger la masa hereditaria. Al recurrir a él, el testador se asegura de que sus bienes serán custodiados y administrados por una persona de confianza antes de pasar a la persona por él designada.

Más información sobre qué es el fideicomiso:
El fideicomiso es una herramienta de sustitución hereditaria. Por eso, conforme se ha señalado, también se designa como sustitución fideicomisaria.

En él intervienen tres personas:

  1. El causante o fideicomitente. Se trata del testador. Es, por tanto, el propietario inicial del patrimonio legado. También es el encargado de determinar el funcionamiento del fideicomiso en su testamento.
  2. El heredero fiduciario. Se trata de aquel que recibe el patrimonio no para sí, sino para un tercero (fideicomisario). Dicho de otro modo, es el primer heredero (el directo). Su deber, en principio, es conservar los bienes y derechos y transmitirlos en su momento.
  3. El heredero fideicomisario. Se trata del heredero final o indirecto. Llegado el momento recibirá el patrimonio de manos del heredero fiduciario. Como se verá más adelante, cabe la posibilidad de que el patrimonio se consuma antes de que le corresponda tomarlo.

Hay que tener en cuenta que nuestro ordenamiento jurídico solo reconoce el fideicomiso como institución hereditaria. Esto difiere del planteamiento de otros ordenamientos, como los de corte anglosajón, que extienden la figura en forma de trust.

El objetivo del trust, como el del fideicomiso, es reservar una masa patrimonial en favor de una causa o un beneficiario. Por tanto, hasta que se cumpla la condición que hará que los bienes y derechos sean del beneficiario, la masa no forma parte de ningún patrimonio personal.

Sin embargo, el trust anglosajón es ajeno a nuestro ordenamiento, que limita el alcance del fideicomiso a la figura sucesoria y destina otras figuras a la protección patrimonial (como las sociedades patrimoniales o instrumentales) y a la afectación de fondos a fines determinados (como las fundaciones).

Características del fideicomiso:
El fideicomiso, en definitiva, se trata de una obligación compuesta.

Al aceptar la herencia, el heredero fiduciario adquiere el compromiso de entregarla posteriormente, en las condiciones ordenadas por el causante, al heredero fideicomisario. Por tanto, se compone:

  • De una obligación de conservar el patrimonio.
  • Que posteriormente se convierte en obligación de transmitir tal patrimonio.
  • Mediante el fideicomiso se puede designar a herederos sucesivos. Primero heredará el fiduciario y luego el fideicomitente.

El fideicomiso puede ser condicional o a plazo, también cabe destacar el llamado como fideicomiso de residuo.

El fideicomiso suele emplearse porque permite un mayor control sobre el destino de los bienes integrantes del caudal hereditario. Así, el causante puede designar como herederos a personas que inicialmente no podrían serlo, gracias al sucesor intermedio. Además puede determinar los fines a los que puede aplicarse el patrimonio legado.

En definitiva, el fideicomiso es una herramienta útil para flexibilizar el régimen sucesorio, al tiempo que se garantiza el destino al que servirá el patrimonio legado. Sin embargo, sus particularidades regionales hacen que sea fundamental contar con asesoramiento de un letrado especializado a la hora de recurrir a él. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si necesitas información y asesoramiento en esta materia.

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